Equilibra tu energía femenina y masculina con Coaching de Vida
- 365socialsstudio
- 16 jun
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Cuando hablamos de Energía Femenina y Masculina , nos referimos a la fuerza y el impulso que impulsan la acción. Toda persona, independientemente de su género, alberga energía femenina y masculina en su interior. La clave está en aprender a integrarlas de forma equilibrada para vivir una vida más plena y armoniosa.

Carl Jung exploró el concepto de energía psíquica no solo como impulsos básicos, sino como parte de nuestra búsqueda de significado, crecimiento espiritual y autoconciencia. Profundizó en las ideas de energía masculina y femenina a través de sus arquetipos: Anima y Animus . Estos representan la energía femenina y masculina en el inconsciente de cada persona, independientemente de su género.
Anima (Energía Femenina): Según Jung, esta es la energía femenina dentro del inconsciente de los hombres.
Animus (Energía Masculina): Esta es la energía masculina dentro del inconsciente de las mujeres.
Estos arquetipos actúan como patrones emocionales y conductuales: energías latentes a las que podemos acceder para el crecimiento humano holístico. La palabra «holístico» proviene del griego holos , que significa «completo» o «entero».
En la filosofía cartesiana, el cuerpo humano se consideraba una máquina. Este enfoque influyó en el desarrollo de la medicina moderna, donde los pacientes no son vistos como seres completos. Mente, Cuerpo y Espíritu se tratan como entidades separadas. En el siglo XVII, René Descartes formalizó esta visión dualista, considerando la mente y el cuerpo como entidades desconectadas (Nieto, 1992).
Por otro lado, varias escuelas de psicología, espiritualidad y filosofía sugieren que los humanos estamos interconectados energética o conscientemente: lo que afecta a uno, afecta a todos.
Esta idea también se conecta con el concepto de Efecto Mariposa , popularizado por un meteorólogo y matemático a través de la Teoría del Caos (Cazau, 1995).
En el siglo XIX, muchas sociedades occidentales promovían el ideal de masculinidad, vinculado a la fuerza, la moderación emocional y el control. Los hombres que expresaban tristeza o lloraban eran vistos como débiles. Y las mujeres eran retratadas, como en las películas clásicas de Disney, como frágiles e indefensas, esperando a un príncipe que las salvara de los villanos.
Afortunadamente, con el auge de la Psicología Humanista y los movimientos de liberación de género a mediados del siglo XX, aumentó la comprensión de que tanto hombres como mujeres encarnan ambos tipos de energía.
Por ejemplo, en la película Valiente de Disney, la princesa Mérida , una heroína escocesa, rechaza un matrimonio concertado y busca su propio camino. Encarna claramente el arquetipo del Animus de la teoría de Jung.
De la misma manera, vemos empatía, intuición y sensibilidad emocional en personajes masculinos que acceden a su energía femenina, como Simba en El Rey León , quien demuestra cualidades del arquetipo Anima .
Lo importante es que ahora tenemos más libertad en cuanto a los roles de género rígidos. En una relación, ambos miembros pueden expresar sus energías de forma flexible y consciente . A través de nuestras relaciones, comenzamos a comprendernos mejor al reflexionar e integrar lo que admiramos o rechazamos en el otro. A menudo, lo que nos molesta en otra persona apunta a una energía en nosotros mismos a la que no hemos accedido conscientemente.
Cuando una mujer tiene demasiada energía femenina , puede convertirse en el estereotipo de ama de casa de los años 60. Lo mismo ocurre con los hombres, retratados como rígidos y emocionalmente desconectados. Esto se ilustra claramente en la serie Mad Men .
En la serie, mujeres como Betty Draper y Joan Holloway se limitan principalmente a roles de apoyo: esposas y madres, con poco espacio para mostrar liderazgo, asociado con la energía masculina. Un personaje como Peggy Olson , que aspira a una carrera en publicidad, se enfrenta a resistencia por salirse del rol de género esperado.
Hombres como Don Draper son admirados por su éxito, independencia y estoicismo. Pero tampoco se les permite mostrar vulnerabilidad . Tradicionalmente, los hombres se reúnen para hablar de acontecimientos , no de cómo se sienten al respecto. Mientras tanto, las mujeres son más propensas a compartir experiencias emocionales.
Con el auge del coaching en el ámbito laboral , temas como la inteligencia emocional han cobrado importancia. Las emociones ya no se subestiman; se consideran información valiosa, un lenguaje para aprender e integrar. La conexión emocional ahora se reconoce como esencial para la resolución de conflictos , el desarrollo de equipos y más.
Esta reflexión evoca prácticas antiguas, como en Grecia , donde los hombres se reunían en simposios para explorar cuestiones filosóficas sobre la ética, el sentido y la vida. Pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles promovían la introspección profunda.
Hoy, el Life Coaching ofrece un espacio moderno para reflexionar y desmontar las creencias limitantes que nos aprisionan, especialmente aquellas ligadas a la culpa cuando intentamos desarrollar nuestra energía femenina o masculina .
En mis sesiones de Coaching de Vida , ofrezco un espacio para la reflexión, la indagación y el autoconocimiento. El coaching ayuda a desarrollar habilidades personales y profesionales , y nos conecta con la sabiduría inscrita sobre el Templo de Apolo en Delfos: «Conócete a ti mismo» ( Gnothi Seauton ) .
Te invito a reflexionar y profundizar en tu propio autoconocimiento a través de una Crash Session o alguno de los programas que ofrezco en este espacio de Life Coaching y Bienestar .
Para comprender a los demás, primero debes empezar por ti mismo. Mereces acceder a las energías que te liberan, te elevan y te guían hacia una vida de mayor plenitud y consciencia.
Déjame caminar contigo mientras creas un nuevo camino: hacia tu alegría y tu plenitud.
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